Varios árboles en la Reserva, entre ellos un gigante de bilibil o trompillo (Guarea sp), fueron derribados por fuertes vientos acompañados de lluvia al anochecer del 28 de diciembre de 2009. En su breve recorrido por el bosque, la fuerza de este "mini tornado" reventó matas de guadua ("el acero vegetal"), abriéndolas de un solo tajo por la mitad, grandes árboles de iguá y caracoli perdieron sus gruesas ramas desgarradas dejando claros en el dosel, en su caída causaron daños a las matas de plátano, caco y cafetal. Es como si "el diablo pasara dando machete" comentó Abelardo, hasta una cuerda del tendido eléctrico reventó, tocó año nuevo con velas. En más de 50 años no se habia visto cosa similar! dijo Gloria. Algunos creen que son cosas de Dios, otros que son cosa del diablo y otros especulan con el cambio climático. La verdad, va a ser muy interesante ver cómo se recupera el ecosistema luego de este fuerte disturbio natural.
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