Abeja "candela" de guardia a la entrada del nido, producen irritación en la piel cuando atacan
Abeja "angelita" con colmena en tronco hueco, inofensivas y de miel muy apreciada
En el bosque seco de Melgar (Tolima), existe diversidad de abejas silvestres nativas, un grupo de especial interés son las abejas sin aguijón o meliponinos, cumplen una función importante como polinizadores e interactúan con muchas especies de plantas y producen una valiosa miel. La cría y manejo de estas abejas sin aguijón se denomina meliponicultura, se clasifican taxonómicamente dentro de la tribu Meliponini (Hymenoptera, Apoidea).
De acuerdo con investigadores en meliponicultura, Juan Manuel Rosso y Guiomar Nates, "corresponde a uno de los muchos grupos de abejas nativas de América. Se estima que el número de especies de abejas sin aguijón o meliponinos es de alrededor de 300, distribuidas desde México hasta el norte de Argentina". Según recomiendan estos investigadores, en cada región existen especies de abejas sin aguijón adaptadas a las condiciones locales y con potencial para su aprovechamiento. Las especies seleccionadas para meliponicultura deben escogerse tomando en cuenta lo siguiente:
• Su presencia en la zona: el traslado de nidos a lugares distantes generalmente trae consecuencias fatales para la colonia a corto plazo (no se adaptan al nuevo ambiente y recursos) o a largo plazo (por consanguinidad).
• Los objetivos de producción buscados: obtención de miel y otros productos, o polinización dirigida.
• Hábitos convenientes: evitar seleccionar algunas abejas que tienen hábitos no convenientes, como aquellas que recogen heces de animales u ocasionan daños en flores (algunas especies de Trigona), o atacan a otros meliponinos (abejas ladronas del género Lestrimelita).
Integrar la meliponiculotura en el diseño permacultural trae varias ventajas entre las que se citan:
• Bajo costo de implementación, mantenimiento, equipos e insumos. El «pie de cría» inicial puede obtenerse directamente del medio y, posteriormente, multiplicarse en cautiverio; se requieren pocas herramientas de manejo y pueden utilizarse materiales locales para la construcción de colmenas y meliponarios.
• Baja inversión en tiempo y mano de obra; el cuidado de meliponarios puede ser realizado por cualquier miembro de la familia.
• Fuente de ingresos complementaria y que no interfiere con otras actividades productivas.
• Docilidad y fácil manejo. Las colmenas pueden mantenerse cerca de la casa sin riesgo.
• Sostenible ambientalmente, además de prestar servicios ambientales a los agroecosistemas a través de la polinización.
• Productos reconocidos, con gran demanda local y precio elevado.
Este uso de biodiversidad está amenazado por la degradación de su hábitat natural y perdida del bosque seco de Melgar. Parte de esta problemática será tratada en el III Congreso Colombiano de Zoología, V Encuentro Colombiano Sobre Abejas Silvestres, Medellín 24 a 26 de Noviembre de 2010