En la Reserva Natural Victoria, uno puede maravillarse del paisaje de las sabanas naturales de montaña, pequeñas "islas" de vegetación seca que se formaron hace más de 10 mil años, durante el Pleistoceno, como un pequeño refugio seco "atrapado" en la Reserva. Desafortunadamente, también como los últimos fragmentos de bosque seco que observamos en el paisaje de Melgar, tiende a desaparecer transformado en potreros para ganadería y condominios turísticos, sin que la autoridad ambiental, ni el municipio le demos la menor importancia.
